¿Pensando en los hijos? Un hijo sacerdote, ¡Qué flipada!

Los animo a rezar por los sacerdotes. 

El día 4 de agosto, es el día de su patrón.


En este post, no les voy a hablar del sacerdote que los acompañe el día de la boda. 

Ni tampoco, del sacerdote que los puede acompañar en el noviazgo o del sacerdote que los acompañe en el matrimonio.

Estos perfiles los abordaremos en unos futuros posts.


Aquí, vamos a hablar de pensar en tener un hijo sacerdote. 

¡Qué flipada!


Aquí, les dejo una foto de nuestro último viaje juntos.

Estuvimos en Francia y pasamos por Ars, junto a la tumba del Patrono de los Sacerdotes. 


Donde rezamos juntos, Mari Carmen (+) y yo, por los sacerdotes amigos, por todos los sacerdotes del mundo y por todas las vocaciones sacerdotales, por la mía también.




Aterrizamos con una pregunta, un poco desconcertante: 

¿No tenemos otras cosas más importantes de las que hablar en el noviazgo? Como para ocuparnos de esto.


Si así lo piensas, no continúes leyendo. 

Este artículo no es para ti, en este momento, es lo que te puedo recomendar. 


Más adelante, espero que lo leas, aunque inicialmente sólo sea por la curiosidad del enfoque y por conocer la experiencia vital que se comparte. 


En cambio, si ahora ves el matrimonio, como un don de Dios, para el servicio al mundo o lo intuyes. 

O si estás pendiente de los demás y quieres ayudar en la tarea de la salvación que Dios tiene previsto, te ánimo a que continúes con la lectura, desde luego que sí es para ti.



El noviazgo es un tiempo para pensar en el proyecto de vida matrimonial. 
 


Todo esto surge el día, 4 de agosto 2022, pues es el día del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, Patrono de los Sacerdotes.

Por eso, aprovechamos para hablar del tema desde este peculiar enfoque, poco tratado en los prematrimoniales o en los cursos sobre el proyecto de vida personal.


Lo normal es que cuando estamos en el noviazgo o en las actividades de proyecto de vida hablemos de muchas cosas, conversaciones del día a día, conversaciones sencillas, ordinarias y a la vez enormes para sus protagonistas. 


Son las cosas sencillas las que tratan los novios, ideas con las que se ilusionan y con las que sueñan para el futuro. 


Que lujo disfrutar de esas pequeñas y sencillas conversaciones, que para los novios son mucho más. Son ideas en las que les va la vida. Así es el amor, convierte lo ordinario en extraordinario. 


Surgen muchos sueños en el noviazgo, que compartidos empiezan a hacerse realidad. 

Pues, para que algo exista debemos iniciarlo en cada uno de nosotros y en el noviazgo se sientan las bases para hacer los sueños realidad, pues tenemos todo un futuro por delante.


El noviazgo es una buena etapa donde se comparten los sueños, pues se quiere empezar a construirlos y a vivirlos juntos. 

Nosotros, Mari Carmen (+) y yo, fuimos una de esas parejitas de novios que tenían muchos sueños y que los compartíamos para intentar hacerlos realidad.


Te recomiendo, si todavía no lo has hecho, que le preguntes ¿Cuál es su sueño? y de paso, plantéate el tuyo y cuéntaselo. 


Como digo, la mejor forma de hacer realidad los sueños es contándolos. Al menos es el primer paso, así es cómo lo entendimos nosotros.


Que tiempo tan importante es el noviazgo, para que las almas de las dos personas se conozcan. Es el camino de preparación al matrimonio. 


Pues, antes de unir los cuerpos, se deben unir las almas, conocerse, tratarse, …


Lo normal en el noviazgo es hablar de: ¿cuántos hijos tener?, ¿dónde vivir?, ¿cómo vivir?, ¿cómo enfocar los temas?, … y de tantas otras cosas.


Pero, es menos frecuente hablar de las vocaciones de las hijas y de los hijos.

Te invitamos desde aquí, a que lo hagan.



A que hablen, no sólo de los miembros de la familia, sino de sus vocaciones. Entre estas, la vocación a la vida consagrada, a la vida dedicada a Dios plenamente, con dedicación exclusiva a Él.


Sabiendo que no sólo la vida en el sacerdocio es de entrega plena a Dios, todas las personas católicas estamos llamados a vivir con y en Jesús, a tener en Jesús el ejemplo de vida.


Bien en el matrimonio, como personas casadas, bien como personas solteras, bien como personas viudas, bien como monjas, bien como sacerdotes, bien como personas consagradas y todas las realidades de la vida, que, con un espíritu en la voluntad de Dios, tienen su sentido vital de unión con Él.


Aquí retomo el título del post y te planteo las siguientes preguntas: 

¿Cómo consideramos en nuestro proyecto de familia las vocaciones? y ¿Cómo apoyamos a las vocaciones sacerdotales?


Te dejo un tiempo para que respondas y lo consideres. Luego, lo deben dialogar los dos juntos.


A continuación, les cuento cómo lo hicimos nosotros, Mari Carmen (+) y yo. 

Espero que ustedes tengan su propia experiencia y vivencia. Que algún día nos lo puedan compartir.


Nuestra experiencia personal la podemos dividir en 3 etapas, bien diferenciadas, dentro de nuestra historia matrimonial:


1.- Etapa de noviazgo e inicial del matrimonio.


2.- Etapa de maduración matrimonial.


3.- Etapa final del matrimonio, la apertura a la nueva vida, la vida desde el Cielo de Mari Carmen (+).



En la primera etapa, que comprende también la etapa del noviazgo, decirles que ciertamente lo hablamos. Hoy en día, me sorprende que lo habláramos, pero así lo hicimos. 


Queríamos tener una familia luminosa, alegre y amplia. A Mari Carmen (+) le hacía especial ilusión tener un hijo con vocación sacerdotal. A mí, en cambio, me gustaban y me gusta un montón la chiquillería, yo estaba más por montar planes.


Cuando pasaban los años y no llegaban los peques, nos llenaba de paz saber que nosotros habíamos puesto todos los medios humanos. 


En la etapa inicial del matrimonio, pusimos dichos medios lícitos, sin forzar a la naturaleza, con intervenciones o tratamientos activos, más allá de lo natural.


Es decir, no recorrimos el camino de las técnicas de fecundación in vitro y hormonales, que en el tiempo en el que vivimos, llevaba en algunos casos a la generación de varios embriones y luego la selección de unos y el descartar de otros, que se mataban o se descartaban, en su lenguaje. Esto puede cambiar con el tiempo, pero era lo que sucedía en nuestra época.


Nos llenaba de paz, saber que pusimos todos los medios naturales para ello, considerando que la virtud familiar no es la numerosidad, que no existe como virtud, y sí, la virtud de la generosidad, la cual intentamos vivir cristianamente. 


Ponernos siempre en manos de Dios, que fuera lo que Él quisiera.

Lo nuestro era poner todos los medios naturales lícitos, a la luz de nuestra conciencia y de la humanidad, desde nuestro matrimonio, en el momento histórico que vivimos y con el avance de la ciencia, a esa fecha.


Luego, vino una etapa de maduración matrimonial, pues pasaba el tiempo y seguíamos con la misma ilusión, pero los hijos no llegaban y lo encomendábamos con intensidad. 


Dios sabe más, nosotros siempre tenemos la confianza en Él, independientemente de lo que nos dé o nos quite. Esto nos daba mucha paz. 


También consideramos y nos formamos en el camino de la adopción y en el camino del acogimiento, figuras jurídicas que permitían dar pasos.


Cuando íbamos a dar el paso del acogimiento, algo vio Mari Carmen (+) que no lo dimos, al poco tiempo, comenzó la enfermedad del cáncer.



La última etapa: ¿dónde y cómo lo consideramos?

Etapa final del matrimonio, la apertura a la nueva vida, la vida desde el Cielo de Mari Carmen (+).


Comentarte una serie de fechas que marcaron esta etapa.


-El 20 abril de 2021, celebramos veinticinco años de casados, las Bodas de Plata. ¡Qué gran alegría!, 25 años de casados y 3 de novios. ¡Wau!


-El 31 octubre de 2021, Mari Carmen (+), partió para el Cielo. Estuvo 8 años luchando contra el cáncer. 


Unos años en los que aprendí en la práctica lo más importante de mi vida.

Fue un máster y un doctorado acelerado de vida.

Dios y Mari Carmen (+) eran los docentes.

¡Qué docentes!

¡Impresionantes!



Esa primera vez, que le comunicaron a Mari Carmen (+) que tenía un cáncer, nos indicaron que era en fase avanzada. Tras el impacto de la noticia y la toma de conciencia se definen las líneas de acción. No deja uno de estar en schock.


Cuando nos ponemos en el camino para superar la enfermedad, siempre pusimos dos focos para alumbrar el camino: 


   (1) El foco de la ciencia, de la medicina, de la técnica, …


   (2) El foco de la fe, en estar siempre en manos de Dios.



En ese momento, inicial tras la noticia de la enfermedad, junto a muchísimas consideraciones, surgió también aquella conversación, que habíamos tenido con un matrimonio amigo de Argentina. 


Conversación que distaba un tiempo del momento en el que conocimos la existencia del cáncer, pero que interpelaba como un pensamiento presente.


En aquella conversación con el matrimonio amigo de Argentina sobre el “sí quiero, para siempre”, les indicaba que: “Si Mari Carmen fallece, yo me hago sacerdote.”


   ¡Para que fue aquello!


Tras las distintas consideraciones, la conversación familiar continuó y nos llevó a un bonito compartir y a un auténtico cambio de impresiones. 


Esta conversación familiar sucedió muchos años antes de la partida de Mari Carmen (+) y años antes de que tuviera nada o que tan sólo lo intuyéramos.


Mari Carmen (+) era una persona tremendamente sana y llena de vida, de alegría y, como me gustaba decirle, de optimismo inteligente.


Volviendo a los últimos 8 años de Mari Carmen(+) en la tierra con nosotros, fue un proceso vivido muy intensamente. 


En esos años pude vivir un proceso de discernimiento profundo, muy profundo, en relación con mi vocación sacerdotal. 

Tuve el gran regalo de Dios de poder discernir con ella también. ¡Qué flipada!, cuantas gracias doy a Dios por ello. 


Una gracia no merecida y sí muy agradecida. Seguiré agradeciendo hasta que parta al Padre, cuando Él quiera.


En ocasiones no entiendes los pasos del Señor, sus designios son inescrutables, su voluntad desorienta a los sabios y entendidos, su voluntad es …, No tengo palabras para expresar cómo es el amor de Dios hacia nosotros.


No obstante, siempre cuenta con nuestra libertad y nosotros tenemos la oportunidad de discernir con las personas que nos acompañan. 


He tenido siempre la suerte de tener acompañamiento espiritual y las consideraciones increíbles de Mari Carmen(+), persona con gran sentido común, para dar respuesta a los requerimientos del Señor.


En esta etapa de nuestra vida le dije:

"Sí, al Señor." 

"Si Mari Carmen se marcha contigo, me hago sacerdote."


Un sí profundo y condicionado, porque “me daba la gana” de entregar mi vida plenamente, como lo había hecho hasta ahora en el matrimonio, sólo que ahora, en una nueva realidad ministerial y presbiteral. 


Dando el paso, del sacerdocio común de todas las personas católicas, a un sacerdocio ministerial, propio de las personas consagradas como presbíteros.


Pasar de, "llevar a todas las personas a Cristo" a "coger a Cristo y llevarlo a todas las personas". Para ello, me tengo que preparar y preparar mucho. 



En muchas ocasiones le he dicho a Padre Dios que no soy digno de tener a Mari Carmen como esposa. 

Pero, Él me la dio y sólo puedo agradecérselo, sabiendo que no soy digno y tengo que dar mi mejor versión.


Tampoco soy digno de ser sacerdote.

Pero Él me lo pidió. Él verá. Es como lo veo en la oración.


Ahora, le pido que me proteja y me ayude a andar el camino que tiene previsto, para ayudar y servir a las personas y ayudarles a que estén más cerca del cielo, más cerca de Dios.


Sabiendo que lo que tengo que hacer, ante su petición, es estar en el camino. Él me guiará, pues el discernimiento no es sólo de uno.


Uno debe ponerse en manos de la comunión de la Iglesia, pues ser sacerdote es ser alfombra, para que las demás personas puedan pisar cómodamente, es una vocación de servicio y es mucho más.


Amiga, amigo, te pido que reces por mí, por todos los sacerdotes, por las vocaciones sacerdotales, por los novios y por las familias, lugar y fuente de vocaciones sacerdotales. 


Estáis llamados como futuro matrimonio a una vida plena, una vida santa: a ser imagen de Cristo, el mismo Cristo. 

Cuentan y contamos con su ayuda, no está lejos.


Una manera es: "estar atentos a ustedes, por los demás", el llamado yo por el tú, y "atentos a los demás, por Dios".



Si Dios llama, ayudemos a tomar decisiones y ayudemos a generar espacios donde su llamada pueda ser atendida.


Preparemos y ayudemos a hacer crecer vocaciones sacerdotales en el mundo, en las familias y en nuestra familia. 


Recemos juntos por los sacerdotes, por su vida y sus acciones, y encomendémosle a San Juan María Vianney, para que sean pastores espirituales acertados y próximos a la voluntad de Dios.


Ha sido una exposición de algunas ideas vividas, otras te las contaré de tú a tú, cuando hablemos.


Pero, que sepas que siempre tendré a Mari Carmen (+) a mi lado, como el Ángel de la Guardia, con quienes recorreré la vida para ayudar y servir, si Dios quiere, como sacerdote. Hasta que Dios quiera.


Espero que te pueda ayudar en tu camino y en el de tu familia.

Un abrazo muy fuerte.




Se terminó de escribir y corregir en las Islas Canarias, el 10 agosto 2022, día de San Lorenzo.


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